UN CONCEPTO ENGAÑOSO QUE NO TE PERMITE PERDER PESO
Te machacas en el Gym: zumba, bodycombat, spinning, running,…. Sudas muchísimo, se te pone la cara colorada que parece que vas a dejarte la vida. Te invade una gran sensación de bienestar por estar haciendo las cosas bien, orgullos@ de tí mism@ por no decaer, por disfrutar liberando endorfinas, eres un@ crack.
Pero te pesas y no ves grandes cambios en la báscula: algo no está yendo bien.
Y es que la ciencia nos muestra y nos demuestra que la dieta, no el ejercicio, es la verdadera clave para perder peso de la manera más rápida y eficiente.
El modelo “CALORIAS QUE ENTRAN contra CALORIAS QUE SALEN” está basado en la idea de que para mantener un peso estable, el número de calorías que comes tiene que coincidir más o menos con el número de las calorías que quemas.
Y entonces, nos ponemos a contar las calorías y nos aferramos a la siguiente operación: “si como menos cantidad de calorías de las que quemo haciendo deporte, seguro que pierdo peso”.
Y es cierto que desde una perspectiva biológica: necesitas ingerir menos calorías de las que quemas para adelgazar.
Pero el quid de la cuestión es ¿QUÉ TIPO DE CALORIAS INGIERO? La calidad de las calorías determinará la eficacia de su proceso de quema: con o sin ejercicio.
Y es que actualmente estamos rodead@s de productos altos en carbohidratos refinados y vacíos de nutrientes. Azúcares y alimentos altamente procesados (grasas trans, aditivos y otras sustancias artificiales potenciadoras de sabor ) que nos invitan a no poder dejar de comer esos apetitosos “alimentos”. Eso es lo que nos está engordando, a la vez que enfermando.
Por el contrario, los alimentos con densidad de nutrientes tienen altas dosis de vitaminas, minerales que nuestro cuerpo necesita para estar saludable y que funcione de manera óptima.
¿y dónde están esos alimentos que me alimentan y no me engordan ni me enferman? Pues donde han estado siempre: en las frutas, las verduras, las hortalizas, los granos integrales, legumbres, lácteos y proteína animal (estos últimos, de animales de pasto que garantizan al alimento estar libre de hormonas y antibióticos).
Piensa que según el tipo de alimento que tomemos, puede impactar en nuestras hormonas, nuestra sensación de hambre o saciedad, estado de ánimo, niveles de energía y muy importante: en el proceso metabólico. Si tu coche funciona con gasoil, no le pondrás gasolina, ¿verdad? No funcionaría. Insisto: piensa en qué tipo de combustible le estás dando a tu cuerpo para que funcione correctamente.
250 calorías de almendras no son igual que 250 calorías de un bollo o galleta: los frutos secos contienen un elevado contenido en grasas —insaturadas=buenas, que benefician la salud cardiovascular—, proteínas vegetales, y en menor medida, hidratos de carbono que tu cuerpo podrá transformar en energía de manera eficiente. Los alimentos de bollería industrial contienen grasas transgénicas (resultantes de procesos de hidrogenación). No te alimentan, te inflaman y te enferman. Que te engorden sería el menor de los males y sólo sería quizás el mal visible.
En conclusión, para que la combinación entre PESO y DEPORTE sea efectiva debemos:
- Consumir menos calorías (todas de alimentos REALES)
- Come ALIMENTOS, no PRODUCTOS. Estos, además de nutrirte de verdad, garantizarán eficacia en el funcionamiento de tu metabolismo para la quema de calorías.
- Con los pasos anteriores, la pérdida de peso mientras te ejercitas vendrá sola.
Como paso de inicio, puedes probar a eliminar el azúcar y los productos refinados durante 10 días y obsérvate. El cambio será evidente a nivel físico y también de energía.
¡Rétate! Es una apuesta ganadora.
