¿Qué es comer sano? Los 4 elementos clave de una Alimentación SALUDABLE DE VERDAD
La alimentación consciente se ha convertido en responsabilidad de cada uno de nosotros para conseguir llevar una vida saludable.

Vivimos en la era de la INFOxicación (término que se refiere a la sobrecarga de información difícil de procesar). ¿Y qué significa eso? Pues que como seres humanos, habitantes de este planeta, seres racionales y por supuesto, CONSUMIDORES estamos continuamente expuestos a demasiada información que puede resultar abrumadora y extremadamente confusa

De esta confusión quiero hablaros en este post. En mis sesiones con clientes que desean APRENDER a llevar una vida saludable, o a alimentarse mejor, o a hacer mejores elecciones en cuanto a su estilo de vida, me encuentro a menudo con personas realmente confundidas respecto a lo que es saludable y lo que no.

La alta y continuada estimulación externa que recibimos a través de todo tipo de canales (Redes sociales, TV, internet, publicidad…) no nos permite procesar ni llegar a entender realmente toda la información que percibimos.

Y en salud, este inconveniente es todo un reto puesto que SOLO NOSOTROS  somos los responsables de cuidar nuestro cuerpo y vivir así, una vida más larga y feliz.

Aterrizando este tema, te pongo un ejemplo: vamos al súper, nos plantamos en cualquier pasillo, delante de un lineal de productos.

¿Sabes que es facilísimo confundirse y cometer errores si solo nos fijamos en el etiquetado? Porque light no significa sano, Sin Gluten no significa saludable, Natural no significa libre de compuestos nocivos para la salud o Vegano puede ser perfectamente producto procesado.

La industria alimentaria tiene un foco muy claro en VENDER y se está volviendo una responsabilidad obligada en el consumidor el CONOCER estrategias para CONTROLAR que lo que compremos y consumamos no sea perjudicial para nuestra salud. 

Para ello, y en este caso que os pongo como ejemplo, la clave está en fijarse en los ingredientes al dorso del producto elegido. 

Consejo clave: si no entiendes lo que pone, es que bueno no es. 

Lo habitual es encontrarnos con productos con altas concentraciones de azúcar (con otros nombres incluso, cuidado), alimentos refinados o ultraprocesados que nos quieren vender como light, bio o simplemente saludables.

Y en este punto, te desesperas y te preguntas con frustración: “Entonces, ¿Qué hago? ¿qué compro? 

Fácil: compra y consume ALIMENTOS, NO PRODUCTOS

Lo que viene siendo el BACK TO BASICS o volver a los básicos: frutas, vegetales, carnes y grasas de calidad. 

¿Quieres que te eche una mano? Pues atent@ que te doy las claves para conocer esos 4 ELEMENTOS de la ALIMENTACIÓN SALUDABLE:

  • La base deben ser frutas y verduras

Las Frutas y Verduras son la principal fuente de minerales y vitaminas para nuestro organismo. Que sean la base de tus platos, no el acompañamiento.

“Somos lo que comemos”. Las vitaminas y minerales que contienen las frutas y verduras son ESENCIALES para nuestra salud celular y tejidos. Además de contener altas dosis de fibra: elemento fundamental para el buen funcionamiento del sistema digestivo. 

Consumidas crudas o cocinadas al vapor garantizan que sus vitaminas y propiedades se mantengan, además de ser más fácil de digerir. Compradas frescas o congeladas son buena elección.

  • La importancia de la Proteína 

Del griego protos, que significa primero. Con esto, ya te haces una idea de cómo de importante en tu alimentación debe ser este macronutriente. 

Las proteínas son imprescindibles para nuestros tejidos: huesos, músculos, cabello, uñas y otras funciones esenciales de nuestro organismo. Al igual que en el caso de los vegetales, la Proteína debe estar presente de manera constante en nuestra dieta. Pero ¡ojo! Hablamos de proteínas de CALIDAD. El embutido procesado no es para nada proteína de calidad.

Aquí hablamos de carnes procedentes de animales de pasto, que se han movido, que no han sido hormonados. Huevos ecológicos, pescado salvaje. Leguminosas y cereales integrales de calidad: el combi de la proteína completa.

La Proteína es un pilar fundamental en nuestra alimentación. 

  • Grasas sí, pero de calidad

Aquí suele haber bastante confusión y no es culpa nuestra, sino de esa “infoxicación” e interés de la industria de la que hablaba al principio de este artículo. No nos escandalicemos: hay grasas y grasas.

Las grasas también son esenciales dentro de una alimentación saludable, pero cuidado, deben ser de calidad y provenientes de ALIMENTOS. No fabricadas. Esas grasas incluidas en galletas, helados, Burgers de grandes cadenas y etc…, son las trans o hidrogenadas. Es decir, las que debemos evitar a toda costa, puesto que son tremendamente nocivas para nuestro organismo. Pero la buena noticia son las GRASAS BUENAS:  las monoinsaturadas, poliinsaturadas y que contienen ácidos grasos OMEGA-3, que son las buenas e indispensables para el correcto funcionamiento de nuestro organismo y prevención de enfermedades de todo tipo.

¿te doy pistas sobre cuáles son? Aceite de oliva virgen extra (sin refinar), aguacates, coco, huevos, frutos secos y pescado azul.

  • Hidratos buenos

No vamos a demonizar a los hidratos de carbono, para nada. Pero esa teoría de pirámide nutricional que conocíamos donde los cereales y los hidratos debían ser la base de nuestra alimentación es OBSOLETA.

Debemos tener presente que todos los vegetales y frutas contienen proporciones de carbohidratos que necesitamos. Junto a la fibra, forman una combinación perfecta para la correcta absorción y digestión de sus nutrientes, alimentándonos saludablemente y saciándonos. 

Los tubérculos como la patata y el boniato son excelentes hidratos que podemos consumir de manera habitual, siempre que su cocinado sea de calidad: cocidos, al horno, vapor. Cocinados y enfriados posteriormente, para volver a consumirlos se convierten en “fertilizante” para las bacterias buenas de nuestros intestinos. Cuanto mejor alimentadas estén, mejor salud física y emocional tendremos.

Por otro lado, ¿qué ocurre con la pasta, el arroz y otros granos? Pues idealmente, deben ser integrales ya que, a diferencia de los granos y harinas refinadas, el grano integral sigue manteniendo su estructura en tres partes: germen, salvado y almidón. Son así nutricionalmente más completos que los granos refinados o procesados: se conservarán sus propiedades antioxidantes, la fibra y las vitaminas.

Usa estos 4 elementos como tu “biblia”, tu pilar de referencia cuando esos contínuos estímulos externos te hagan dudar.

Si eres nuev@ en esto de transformar tus hábitos, empieza poco a poco pero con paso firme. Los resultados al implantar estas estrategias son inmediatos: en tu aspecto, tu nivel de energía y tu estado de ánimo.

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